martes, 29 de marzo de 2011

¿Crees que sólo los viejos mueren por depresión?

¿Crees que sólo los viejos mueren por depresión?


González Navarro, D.L., Sánchez Loera, L.M., Galán Cuevas, S.
Facultad de Psicología de la U.A.S.L.P.,
dianalia08@hotmail.com


El sufrimiento mental se presenta de muchas maneras, la depresión es la más común. En todo el mundo más de 350 millones de personas sufren, según los cálculos de la OMS, de depresión la cual requiere una atención que no necesariamente reciben. Junto a estas personas que presentan síntomas de depresión, hay otros cientos de miles que padecen "depresión encubierta", por lo que no se dan cuenta que sus dolores físicos, son, en realidad síntomas de depresión. Es un estado que provoca más consultas a profesionales de la salud; incluidos los virus, la hipertensión arterial, “migraña” o gripe.

Estas cifras pueden ser sólo la punta del iceberg, ya que en rigor, la cifra aumenta en forma permanente, quizás porque aumenta la capacidad para detectar los trastornos depresivos. Estos trastornos interfieren con el funcionamiento cotidiano de las personas. Ellos causan dolor y sufrimiento no sólo a quienes lo padecen, sino también a sus seres queridos, tanto que hasta puede llegar a destruir la vida de una persona y afectar seriamente su entorno familiar y social; sin embargo, en gran parte, este sufrimiento se puede evitar.

No es que la depresión sea una trastorno nuevo, pues ya Hipócrates (s. V a. de C.) se refería a ella describiendo los efectos de la bilis negra, pero lo que sí es seguro, siempre refiriéndose a occidente, es que nuestro modo de vida actual, tan despersonalizado, tan competitivo, tan desarraigado, es un caldo de cultivo muy adecuado para que se generen las alteraciones que llamamos: Trastornos depresivos. Constituye una de las más viejas y persistentes formas de sufrimiento humano, llegando a ocupar la tercera posición en frecuencia después de los trastornos músculo-esqueléticos y de las enfermedades cardiovasculares.

Según la OMS en el año 2020, la depresión será la primera causa de baja laboral en los países desarrollados y la segunda alteración más frecuente en el mundo. La depresión es un trastorno que afecta de 10 a un 20 % de la población. Se calcula que de cada cuatro personas que nacen, una pasará por un periodo depresivo a lo largo de su vida.

En México la depresión afecta a cerca de 10 millones de personas, según estadísticas de la Secretaría de Salud. El problema de la depresión es que no se reconoce como una enfermedad que deba atenderse. Lo cierto es que a uno de cada 10 pacientes que acuden por atención médica de otra índole, se le detecta este trastorno. Esto afecta realmente a la sociedad, puesto que se ven afectadas también las comunidades y la familia. Siendo la familia la célula de nuestra sociedad deberíamos estar más atentos a los signos de alerta que manda este trastorno puesto que igual puede afectar a la parte productiva de el hogar y con esto perjudicar el sustento familiar, así como a la madres de familia, ya que esta patología es muy frecuente entre el género femenino, pero se presenta también hasta en los más pequeños del hogar o sea los niños.
¿Que es la depresión?
Es un estado emocional que se caracteriza por tristeza extrema, una percepción de vacío y rechazo, y falta de estima propia. Las mujeres sufren más depresiones que los hombres debido a los cambios hormonales, que las hacen más frecuentes durante los días previos a la menstruación, tras el parto y en la premenopausia, aunque también influyen otras razones sociales y de personalidad, como el que sean consideradas en general más autocríticas. Si este estado se presenta por más de dos semanas contínuas, entonces es importante prestarle atención y acudir con el psicólogo para que nos ayude en el diagnóstico y el tratamiento terapéutico.



Estos son algunos síntomas según los criterios del DSM IV , para identificar la depresión.
• Sentirse triste o decaído (a) casi a diario
• Pérdida de interés o placer en actividades
• Cambios grandes en el apetito o peso (mucho más o mucho menos que antes)
• Cambios en el sueño (duerme demasiado o muy poco, tiene dificultades para quedarse
dormido(a), despertarse frecuentemente o más temprano de lo normal)
• Cambios en la manera en que se mueve (ya sea estar muy inquieto o moverse muy lentamente)
• Sentirse muy cansada(o), agotada(o), todo el tiempo
• Sentirse inútil/desvalorizado(a) o demasiado culpable
• Tener problemas para pensar, concentrarse o para tomar decisiones
• Tener muchos pensamientos acerca de la muerte, (instinto suicida) desear estar muerto(a), o pensar en hacerse daño.

Estos síntomas del “trastorno depresivo” deben cumplir los criterios como un cierto período de tiempo contínuo, en el cual se presente el malestar, que cause malestar significativo en la persona que lo sufre o las que conviven con él, etc.
1. Creado por la Sociedad Americana de Psiquiatría, contiene una clasificación de los trastornos mentales proporciona descripciones claras de las categorías, para que los psiquiatras, psicólogos y en general los profesionales de la salud puedan diagnosticar, estudiar e intercambiar información y tratar los distintos trastornos mentales. La OMS recomienda el uso del Sistema Internacional de la Clasificación Internacional de Enfermedades, versión 10 (CIE-10), su uso está muy generalizado en todo el mundo, pero en nuestro país es mas usado el DSM IV sin embargo hay que aclarar que siempre debe ser utilizado por personas con experiencia clínica y conocimientos profesionales.



¿Cómo se puede evitar?
Para evitar caer en la depresión, como medidas preventivas generales se recomienda:
 Mantener un ritmo de vida regular con un proyecto de vida.
 En la hora de dormir también debemos mantener un ritmo, despertarse y levantarse para realizar nuestras actividades cotidianas y acostarse dentro de un horario de nuestra rutina.
 Hacer ejercicio.
 Fomentar la compañía y la comunicación.
 Evitar el estrés.
Insertar Figura. (2)
Otra forma efectiva del control del la depresión sería el manejo adecuado de los pensamientos ya que las emociones nos afectan de tal forma que estas las integramos en nuestros pensamiento y estos a su vez provocarán la somatizacíón (en un proceso largo) dicho de otra forma: el modo en que integramos nuestras emociones a los pensamientos provocan nuestras enfermedades. (Debbie Shapiro: La conexión mente-cuerpo).
Insertar Figura.(3)

¿Los viejos se deprimen?

Es erróneo creer que es normal que los ancianos se depriman. Por el contrario, la mayoría de las personas de edad se sienten satisfechas con sus vidas. Cuando un anciano se deprime, a veces su depresión se considera erróneamente un aspecto normal de la vejez. La depresión en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, causa un sufrimiento innecesario para el anciano y para su familia. Con un tratamiento adecuado, el anciano tendría una vida placentera. Cuando la persona de edad va al médico, puede solo describir síntomas físicos, tendría entonces que acudir a una ayuda profesional psicológica. Esto pasa por que el anciano puede ser reacio a hablar de su desesperanza y tristeza. La persona mayor puede no querer hablar de su falta de interés en las actividades normalmente placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido, incluso cuando el duelo se prolonga por mucho tiempo. Es por este motivo que una ayuda terapéutica psicológica es de vital importancia para el anciano, y por tanto para toda la familia.




¿Cuáles son los factores que llevan a los ancianos a deprimirse hasta desear morirse?
La reducción de los ingresos y de la capacidad física y la pérdida del apoyo familiar y de amigos, con frecuencia exigen cambios en el estilo de vida del anciano y al mismo tiempo, reducen su capacidad, psicológica y fisiológicamente, para adaptarse a estos cambios. Estas circunstancias conducen con frecuencia a una pérdida de la autoestima y a sentimientos de inferioridad cada vez mayores. Presentan incapacidad física y, a menudo, problemas crónicos que producen un amplio rango de limitaciones y afectan la autoimagen. Hay una pérdida del sentido de la productividad que se produce a menudo con la jubilación o con la pérdida de las responsabilidades del hogar y, para muchos, además, hay pérdida de amigos, de familia, de la esposa, que en algún momento proporcionaron la vía principal para canalizar sentimientos de importancia. La pérdida de la autoestima se va profundizando rápidamente, pero, a menudo, sin el comienzo más específico que se observa generalmente en la población más joven. El autoreproche y la culpa no forman parte de la depresión de manera tan constante como en los grupos más jóvenes, pero aumentan las dolencias somáticas es decir, que todos los sentimientos, ideas o emociones las personas mayores con esta problemática tenderán a sacarlas por medio de las enfermedades, comúnmente llamadas “achaques de viejos”

La mayor parte de los ancianos se presentan con problemas de índole orgánica, trastornos de la memoria y concentración y falta de impulso vital, distrayendo la atención del profesional, sobre la depresión y dirigiéndola hacia síndromes cerebrales orgánicos y afecciones somáticas. Aún cuando se sospeche la presencia de una depresión se requieren estudios adecuados. Aparte de un examen físico minuciosos, exámenes psicométricos, usando para este propósito la muy recomendada escala de Beck y otras complementarias para poder diferenciar , especialmente en los ancianos, la depresión de otras entidades de origen orgánico. Es importante diagnosticar de forma diferente en los ancianos la depresión de la demencia senil. Muy a menudo, cuando no se diagnostica o no se trata la depresión en los ancianos, se arriba a un diagnóstico equivocado de demencia senil. De aquí deriva la importancia de usar los métodos adecuados de diagnóstico.

LA ESCALA DE DEPRESIÓN DE BECK

Es una herramienta de la psicometría desarrollada por Beck en 1988, útil para valorar los síntomas, tanto en desórdenes de ansiedad como en cuadros depresivos. Dada su facilidad de utilización se ha recomendado su empleo en población general. las propiedades psicométricas del BDI han sido estudiadas y reportadas en un artículo por los autores Beck, Steer,y Garvin durante más de 25 años, con los que se avalan que las prueba arrojará datos confiables y válidos en lo que mide dicho instrumento.


Como es sabido el instrumento llega a la conclusión que el síndrome general de depresión incluye tres factores básicos:
1. Actitudes negativas hacia sí mismo.**
2. Deterioro de rendimiento**
3. Alteraciones somáticas.**

Estos tres factores y su uso correcto en la aplicación del instrumento, permite que se pueda aplicar satisfactoriamente para discriminar pacientes con síntomas somáticos y el deterioro del rendimiento propiamente característico de un problema psiquiátrico o por abuso de sustancias.

Además el BDI puede diferenciar entre subtipos de depresión y establece clara diferencia entre depresión y ansiedad.

La interpretación de la prueba es de la siguiente manera: La puntuación total es la suma de las de todos los puntajes de las respuestas. Las preguntas son con respecto a la última semana y al momento actual. Los resultados están en un rango de 0 a 63 puntos.


Si se obtienen puntuaciones inferiores a 4 existe la posibilidad de que se esté negando la existencia de una depresión o fingiendo estar bien. Se trata de una puntuación que está por debajo de la obtenida por personas normales, no deprimidas.

Las puntuaciones por encima de 40 son más altas que las que suelen obtener incluso las personas con depresión severa. Indica una posible exageración de la depresión o la posibilidad de que exista algún trastorno de personalidad, como trastorno histriónico o límite. No obstante, aún es posible que existan niveles significativos de depresión.

Según Somoza y cols. puede decirse que:
• Si usted obtiene una puntuación de alrededor de 13, está dentro de lo normal.
• Si obtiene 26 o más puntos, tiene un trastorno de pánico.

Sin embargo dentro de las mediciones psicométricas es bien sabido que una escala sola nunca puede determinar un estado; en el caso de la prueba de depresión de Beck, se puede aplicar complementariamente con las escalas de depresión y ansiedad de Hamilton y otras muchas; en el caso de la detección en adultos mayores puede usarse complementariamente con otras como: AMAS-G, Y SAVAGE, IDARE DE RASGO O ESTADO, etc. De igual modo esta prueba se ha usado satisfactoriamente para valorar cambios después de la terapia de ayuda psicológica.


Y recuerda que si tu crees tener síntomas de depresión, lo mejor que puedes hacer es consultar a tu psicólogo, o ir a cualquiera de los centros de ayuda psicológica de la UASLP. Existen 2: La Clínica de orientación Psicológica (COP) calle Bruselas No. 130, Col. Providencia, Tel. 822 12-22 y la Clínica Julián Carrillo, calle Pino Suárez No. 179, Col. Julián Carrillo, Tel. 815-37-96 o acudir con cualquier otro profesional de la salud al cual le tengas confianza para que te pueda brindar la ayuda que necesites.


Lecturas recomendadas:

1. Beck AT, Brown G, Epstein N y Steer RA. An Inventory for Measuring Clinical Anxiety: Psychometric Properties. Journal of Consulting and Clinical Psychology. 1.988; 56:893-7.

2. Beck AT, Steer RA. Manual for the Beck Anxiety Inventory. 1993 San Antonio, TX: Psychological Corporation.

3. Jurado S, Villegas M.E, Méndez L, Rodríguez F, Loperena V, Varela R. La estandarización del inventario de Beck para los residentes de la ciudad de México.1998

4. EL TRATAMIENTO COGNITIVO-CONDUCTUAL DE DEPRESIÓN. Cuaderno para Participantes: Introducción. http://medlineplus.gov/spanish/




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